A VECES SUCEDE…
Exposición en Gärna Gallery Comisariado por Álvaro Jaén (DiMASLA) El tiempo de un lugar ‘Dondequiera que algo vive, hay, abierto en alguna parte, un registro en el que se inscribe el tiempo’ H. Bergson. La pintura, al igual que la arquitectura, siempre ha estado sujeta a unas leyes naturales de tiempo y espacio. Cuestión que surge de una compleja relación de procesos interiores, donde la sensibilidad y las habilidades constructivas, se conforman como vías para la razón de aquel que se adentra en la práctica artística. En esas circunstancias surgen, los motivos y las convicciones, como respuesta sobre aquello que tenemos delante. Eso que, de manera enigmática capta nuestra atención y desde ella nos remite a la memoria apreciaciones sobre la existencia de las cosas, como los ciclos de la vida, los cambios inesperados, los sucesos que acontecen,... Todas ellas, acaban conformando un andamiaje interior, que construye nuestro ser desde la solidez y rotundidad de las experiencias personales que surgen en el día a día. Me viene a la cabeza una cita del libro Un arte contextual de Paul Ardenne, en el que plantea que “si el arte es experiencia, experimentarse uno mismo como sujeto, confrontándose al espacio y al tiempo, es un gesto primordial”. Es ahí, donde Rosh:. ha hecho un alto en el camino, para profundizar desde sus necesidades vitales – cuestiones íntimas y personales – a partir del binomio pintura y arquitectura. Una relación, que se estrecha aún más si cabe, cuando observamos su fijación por las formas de edificaciones que cumplieron un ciclo en el tiempo. Es en este punto, cuando ágilmente abre un camino de ida y vuelta. A través de la relación constante entre los espacios abandonados y el soporte tradicional del cuadro, desde los que traza diversos vínculos a través del júbilo de vivir propio del color. Las obras que aquí nos ocupan invitan a la reflexión sobre aquellas cuestiones tangibles e intangibles que forman parte del mundo de los sentidos. Desde la temporalidad de estos espacios, como lugares donde confluyen y convergen preguntas sobre el valor de las cosas. A través de diferentes planteamientos y procesos, profundiza tanto en la disposición espacial como en las formas de los elementos estructurales, que evidencian un tiempo vivido. Y es en estas circunstancias donde nacen las razones de aquello que tenemos delante. Afrontando la vida y el hacer, sin miedo a errar, porque de todo se aprende y todo construye. Esto, nos lleva a entender que la belleza también puede surgir del caos, del deterioro, del descontrol... Como una suerte de irrupción sobre aquello que en apariencia parece estar fuera de lugar. Dicen que crear sin alma se vive mejor. Justo lo contrario es en este caso, donde el alma es lo que dota de sentido y pulsión las circunstancias del hacer en estas obras. Como un acto de rebeldía que se despoja de discursos imperativos para mostrar la fragilidad de la vida y su sentido a través de la relación arte – vida. Álvaro Jaén (DiMASLA)
INDOOR/EXPO
Madrid/May. 22